La última cena

forges

15 de Diciembre de 2015. Barcelona, Hotel Hilton. Av. Diagonal 589.

Reunidos unos cincuenta empleados de mi fábrica, se inicia la serie de brindis propia de las fechas de comidas de empresa.

“-Ejem… Si me permitís, quería levantar esta copa y deciros unas palabras:

El escenario político español actual es el más cachondo desde que Adolfo Suárez, Dios lo bendiga, dejara de fumar.

Es cruel ver que la juventud con coleta, o en pelotas, se viene arriba derribando las leyendas herederas de la España democrática que Franco nos precocinó -recuerden que era un republicano rebotado y menos sanguinario que Lenin o Fidel Castro-.

Pero esos chavales tienen algo que tarde o temprano nos lo vamos a comer. Ganas de mandar a tomar viento a la horda de pactistas y gilipuertas-giratorias que han cultivado el nepotismo y el saqueo de lo que les venía en gana.

Me caen bien todos, con sus ansias de convertirse en los mesías de esta España, que la une más la lotería de Navidad que cualquier ley emanada de una cuadra de maquilladores de estiércol político.

Me han convencido con auténticas propuestas enfocadas a transformarme en un drogadicto legal, okupa por el morro y revienta constituciones donde las haya.

Voy a ser otro, un tipo sin complejos, sin prejuicios. Me voy a pasar por el forro todos los impuestos, no pienso pagar ni una multa de la guardia Civil fascista-

Pienso llevar a mis hijos a quemar todas las banderas que nos encontremos entre Sabadell y Murcia, y cada día vamos a colgar del balcón de casa la bandera pirata, la del arco iris, la “cubana” y el careto de Bob Marley, mientras nos liamos todos los vecinos unos petas viendo en casa el resultado de las elecciones.

Yo y mi mujer nos dejaremos rastas, vestiremos pijo-hippy y vamos a ir en peregrinación a donde Lenin le perdió el vodka. Hemos pillado una rulotte modelo Wolkswagen retro de color rosa con el signo de la paz .

A quemar, a reventar la verbena. Bienvenido a la república independiente de mi calle.

Y vive Dios que este país no lo va a reconocer ni los austrias ni los borbones, ni la plataforma antidesahucios, ni el sindicato “manos limpias”, ni Lluis Llach cantando a trío con Diango y  Pep Guardiola.

Veremos en la televisión pagada por el islamismo iraquí a Pablo Iglesias braseándonos con Grámsci, a Tardá y Rufián con su espacio para llorar por el pancatalanismo fustrado, películas de la propaganda boliviana y series de amantes venezolanos.

Carmena será una anécdota con sus madres limpiadoras de colegios y niños recogecolillas. Lo heavy serán los asamblearios paritarios metiendo galgos en el Parlamento, que sus derechos tienen: sádicos.

Y empezarán a salir del armario todos los que les daba igual un aborto que una raya de coca, un millón de euros que una familia en la calle, porque en la fiesta de los ganadores nunca faltan los que el día anterior entierran su podrida alma.

Vamos a disfrutar con estas elecciones. Pobres, PIGS y todo deuda, al menos seremos primera plana en la prensa internacional.

Por eso quiero deciros que he decidido liquidar la empresa. Todos a la puta calle y a buscaros faena en el top manta con la Colau.

Y ahora,  a rociarse de cava que no hay constitución que nos pueda pedir la factura. Visca Catalunya Lliure”.

En Barcelona, a 15 de Diciembre de 2015, siendo alcaldesa de Barcelona la Sra. Colau y presidente de la Generalitat en funciones álguien que vino del paro, pero cuyo nombre no recuerdo. 

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